El catálogo es un instrumento fundamental para las empresas y organizaciones para dar a conocer sus productos o servicios. Además de un diseño atractivo, los catálogos tienen que presentar la información de la forma más ordenada posible, con un índice donde los usuarios puedan localizar con facilidad los productos. Algunos incluso presentan pestañas para facilitar esta tarea. Cada producto/ servicio ha de mostrarse de una forma consistente, es decir, las características de los productos se han de enseñar de la misma manera y con el mismo estilo gráfico.
Más adelante entraremos más en detalles, pero por ahora, es muy importante tener en cuenta que para realizar un catálogo la información ha de ser veraz, sin errores, ordenada, con imágenes adecuadas y fotografías con buena calidad e iluminación. En el diseño tiene que destacar el producto/servicio y no los elementos decorativos, ya que su principal función es la utilidad.
Los catálogos impresos tienen la ventaja de ser más memorables y no necesitan de ningún dispositivo electrónico para poder llegar a su público objetivo. Además, se les puede añadir realidad aumentada mediante códigos QR para dotarlos de interactividad.
Sin embargo, el catálogo se puede desarrollar también online, con la ventaja de una mayor interactividad, versatilidad y posibilidad de actualizar constantemente su contenido.
Los principales pasos para hacer un catálogo son:
- Consideraciones previas. Como los objetivos, público objetivo, etc, de los que hablaremos más adelante.
- Recopilación de la información. En un archivo en Word o en Excel se han de recopilar todos los datos de todos los productos decidiendo qué apartados asignar a cada uno, en función de sus características. Por ejemplo, si se trata de un catálogo de moda, estructurar la información en una tabla por columnas: el nombre de la prenda, la tela, los colores o estampados con los se fabrica, las tallas… De esta manera la información estará estructurada antes de empezar a diseñar el catálogo.
- Realización de fotografías (si se trata de un producto físico). Esta parte es fundamental, ya que de ella dependerá en gran medida la calidad percibida del catálogo, por lo que es aconsejable ponerse en manos de profesionales, o si no, al menos contar con una buena cámara de fotos y sistema de iluminación, y también ciertos conocimientos de fotografía. Se pueden usar fotografías de bancos de imágenes, pero es complicado que coincidan a la perfección con el producto vendido.
- Maquetación del catálogo. Para diseñar el catálogo también es recomendable recurrir a profesionales que utilizarán programas informáticos adecuados para la maquetación de su catálogo, como Adobe Indesign. Si quiere realizar usted mismo el diseño del catálogo, existen alternativas como Canva, que proporciona herramientas que pueden ser usadas para crear catálogos con la suficiente calidad como para poder llevarse a impresión, si se descargan en pdf para impresión sin aplanar. Durante la maquetación ha de tener en cuenta si el catálogo presenta alguna característica especial como: barniz selectivo en la portada, solapas, pestañas, etc. También es recomendable llamar a la imprenta antes de empezar para saber las características con las que hay que configurar las páginas para que luego al exportar, el archivo sea apto para impresión.
- Impresión del catálogo, o publicación. Una vez se tenga la maquetación del catálogo terminada, puede enviarlo a imprimir, o guardarlo en pdf y distribuirlo a través de las redes sociales, correo electrónico o colgarlo en una página web. Para la impresión de los catálogos es fundamental que cuente con una imprenta que revise a fondo todos los catálogos y arregle los posibles fallos y conseguir así ahorrar dinero y disgustos, alcanzando el resultado esperado y un acabado de calidad, que dará una buena imagen de su empresa u organización.
Tipos de catálogos
Los tipos de catálogos se clasifican según su contenido y según su formato. Veamos ambas clasificaciones.
Según su contenido
La variedad de catálogos puede ser infinita, sin embargo, según su contenido destacan tres tipos básicos: corporativo, de productos y de servicios.
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Catálogo corporativo
Este tipo de catálogo no está enfocado a la venta como tal, sino que es como una carta de presentación de la empresa de cara a los clientes y grupos de interés. Debe reflejar con claridad la imagen corporativa y transmitir los valores de la entidad, además de su función básica, que es transmitir información respecto a las características de su emisor. Es muy importante que en la portada figure el logo de la empresa, y en la contraportada los datos de contacto.
Estos dan lugar a mucha creatividad para intentar diferenciarse de la competencia. Por lo tanto se pueden ver acabados especiales en estos productos, como pueden ser: stamping, gofrado, troquelados, papeles especiales, barniz UVI o 3D, plastificado soft touch, etc.
Acabado especial barniz UVI en la portada de un catálogo.
- Catálogo de productos
Es un instrumento básico del marketing y refleja principalmente lo que la organización produce o distribuye, por lo que es imprescindible que sea completo, ordenado, veraz y fácil de manejar. En algunos sectores incluso hay ciertas normativas de clasificación de productos y datos a reflejar en los catálogos, como por ejemplo en el sector eléctrico/electrónico son ETIM o ECLASS. Sirven para el intercambio de información de productos entre proveedores y clientes.
El catálogo de producto era un instrumento crucial para empresas de venta directa minorista por catálogo, como Venca por ejemplo, que en 2024 tuvo que renunciar a este negocio al quedarse obsoleto debido al auge de los negocios online acelerado por la pandemia del COVID-19.
Los catálogos de productos siguen siendo básicos para los negocios B2B (entre empresas y sus proveedores) que además de venir impresos, se diseñan con compatibilidad online, o directamente con software específico de intercambio de datos de productos: PIM (Product Information Management).
- Catálogo de servicios
Al igual que los catálogos de productos, los catálogos de servicios son vehículos de venta directa para sus propietarios, aunque también suelen pertenecer a instituciones públicas. Últimamente ha habido una gran revolución en este tipo de catálogos, sobre todo en el sector de las empresas tecnológicas, que mediante softwares especializados gestionan los servicios que ofrecen a sus clientes sin necesidad de ponerse en contacto directo con su clientes, reduciendo así gastos de personal, tipificando los distintos servicios para facilitar su gestión y previniendo errores.
Según su formato
Según el formato, la clasificación se divide en digital o impreso y dentro de impreso se pueden subdividir por formatos de papel: A4, A5…
- Catálogo digital
Los catálogos digitales en pdf se pueden enriquecer con enlaces, y si se publican en alguna plataforma online, incluso se puede añadir información adicional, animaciones y pop-ups. Los catálogos digitales son un efectivo instrumento de marketing, son fáciles de compartir a través de las redes sociales o correo electrónico, se pueden actualizar fácilmente y traducir, además de no implicar un coste para la empresa más allá de su diseño.
- Catálogo impreso
El catálogo impreso sigue siendo uno de los recursos para la venta más utilizados y efectivos, porque posee la ventaja de ser más impactante y memorable para el cliente mediante su presencia física. Además, se puede enriquecer con acabados especiales que transmiten información sobre su emisor más allá del propio contenido del mismo.
Por otro lado, el catálogo impreso puede ser consultado sin necesidad de ningún dispositivo digital, es fácil de transportar, puede ser consultado por varias personas a la vez en una reunión y realizar anotaciones en sus páginas. Es un objeto que tiene la posibilidad de permanecer mucho tiempo junto al cliente, siendo efectivo por un largo periodo de tiempo.
Consideraciones previas a diseñar el catálogo
Antes de diseñar un catálogo es necesario hacerse una serie de preguntas:
- ¿Con qué objetivo se realiza el catálogo?
Para preparar el material en forma de texto e imágenes hay que tener presente en todo momento si el fin del catálogo es presentar la marca, o promover la venta de productos y/o servicios.
- ¿Quién es su público objetivo?
Puede ser para el uso de los vendedores, para intermediarios u otras empresas, o para reparto al consumidor final. Este factor influirá directamente en la manera en la que hay que plantear el catálogo. Los catálogos para otras empresas se dirigen a un público instruido, por lo que suelen ofrecer información más técnica que persuasiva, al contrario de lo que sucede con los catálogos dirigidos al consumidor final, en los que abunda el contenido persuasivo.
- ¿Qué presupuesto tengo?
Si el presupuesto es ajustado, el número de páginas para una catálogo impreso es limitado, por lo que la información se ha de condensar o elegir sólo algunos productos para su promoción.
- ¿Cómo lo voy a distribuir?
Si un comercial tiene que llevar a cuestas un pesado catálogo de 400 páginas, puede que no esté muy contento. O puede que si el catálogo contiene muchas imágenes no pueda comprimirse lo suficiente como para poder enviarse a través de la redes sociales sin perder demasiada calidad de imagen.
Todos estos factores influyen directamente en el planteamiento inicial de un catálogo, por lo que si planea hacer un catálogo, no olvide repasar esta lista de preguntas antes de empezar.
Cómo hacer un catálogo efectivo
Para que un catálogo sea efectivo tiene que estar alineado con la estrategia de marketing de la marca o la organización. Básicamente ha de servir bien a los propósitos establecidos en las fases anteriores que hemos explicado.
Formalmente tiene que estar en línea con la identidad corporativa y/o la imagen del producto en concreto. Técnicamente tiene que haber un estilo de presentación de la información lógico y coherente en todas las páginas, y un índice fácil de entender y usar.
Índice de un catálogo sencillo, fácil de entender y usar.
Para hacer un catálogo efectivo también debe tener en cuenta la facilidad de conversión. Dejar claras las vías de comunicación con la empresa y qué procedimiento seguir para comprar o contratar los servicios presentados.
Explicar claramente la forma de comprar o contratar.
Consejos para imprimir tu catálogo
Hacer un catálogo es un camino largo que es aconsejable no recorrer solo. Para el diseño del catálogo puede recurrir a un diseñador de la imprenta, independiente o una agencia de publicidad, pero cualquiera que sea su opción, tiene que saber que hay dos factores que influyen directamente en el resultado de la impresión: la calidad del archivo de impresión y la calidad de la impresión y el papel.
- Configura correctamente la calidad del archivo de impresión
Un diseñador profesional sabrá utilizar imágenes en alta calidad y revisar que todas las que le ha mandado el cliente cumplen con los estándares necesarios para la impresión, además de emplear fuentes de calidad y tamaños adecuados para que el texto sea legible y bien definido.
Una vez creada la maquetación correctamente en el programa de diseño, póngase en contacto con la imprenta para consultar los requisitos que ha de cumplir el archivo de impresión. Cada imprenta tiene sus requerimientos que si se cumplen, garantiza un buen resultado.
Lo que diferencia una buena imprenta de una no tan buena es el mimo con el que trata los archivos de impresión.
En Marcaprint puede estar seguro de que su archivo será revisado por personas, profesionales del sector con muchos años de experiencia que detectarán cualquier fallo técnico que pueda tener el archivo antes de que llegue a producción y le avisarán y/o arreglarán el error por sí mismos si es posible.
- Elige una calidad de la impresión adecuada
Si se dispone de un buen archivo de impresión, son pocas las sorpresas desagradables que pueden aparecer en esta fase si escoge una buena imprenta. Tiene que tener en cuenta los modos de color. Los archivos en RGB poseen unos colores vivos que sólo se pueden visualizar en pantalla, al ser luz. Estos mismos colores al imprimirse en CMYK, que son las 4 tintas que se combinan para crear todos los colores de impresión, cambian en ciertos casos sustancialmente, ya que las tintas no tienen el brillo de la luz.
Para tener un buen resultado de imprenta tiene que pensar en los acabados y tipo de papel desde la fase de diseño, consultando con la imprenta antes de empezar a maquetar el catálogo.
Para catálogos como los de producto, el color en ocasiones juega un papel protagonista para determinar si una impresión es correcta o no. Para ello se pueden llevar a cabo pruebas de color de todo el catálogo, o sólo de algunas páginas de muestra.
Pruebas de color certificadas de un catálogo.
El resultado final dependerá no sólo de la calidad de la impresión, que se puede medir mediante factores como la trama de impresión/registro, consonancia de los tonos respecto al archivo, o la consistencia del color de una página a otra, sino también del papel utilizado, la encuadernación y los acabados especiales si los hubiera.
Todos estos son nuestros consejos de años de experiencia en el sector de la impresión para saber cómo hacer un catálogo para su empresa, si tiene cualquier duda estaremos encantados de ayudarle.